DOLCE & GABBANA: HUERTO MEDITERRANEO

Los colores de las verduras mediterráneas -pimientos, berenjenas, tomates, ajos y cebollas- son los que han inspirado la alegre colección de primavera verano Dolce&Gabbana. Como si de una pizza vegetariana se tratara, se fusionan y mezclan los tonos y estampados en frescos tejidos de algodón, muselina y organza.

Acostumbrados a vestir a personajes muy populares y a artistas de Hollywood, como Madonna, Mónica Bellucci, Isabella Rosellini o Giselle Bundchen, los diseñadores milaneses siguen fieles a una tendencia clásica en su principal marca de lujo que implica una cierta estabilidad de líneas. No así en D&G, donde son más innovadores. 

Largos por debajo de la rodilla

Con una sutil reminiscencia muy años 50, la firma ha presentado vaporosos y favorecedores vestidos con falda de vuelo y conjuntos de falda y chaqueta llenos de colorido con grandes estampados hortícolas en alegres naranjas, amarillos, verdes y morados sobre blanco, junto a dibujos de alegres margaritas que tanto abundan en la primavera. También se vieron vestidos sin mangas o con manga francesa de línea evasé y pegados al cuerpo, muy femeninos, con escote cuadrado o corazón. Todos ellos con largo por debajo de la rodilla.

Mezclado con los vestidos, Dolce&Gabbana ha mostrado conjuntos de tres piezas con falda, bustier retro y torera o abrigo corto de crochet formando flores o encajes de arabescos. Detalles de lazos en los hombros y en la cintura, drapeados y frunces, y multitud de accesorios frutales y hortícolas junto a elementos tan italianos como los macarrones o los farfalle, realizados en plástico, madera o rafia, en los collares, brazaletes y pendientes. Bolsos de plástico multicolores.

En contraposición a la línea retro, otra propuesta más playera y veraniega, de tops y pantalón corto y minimonos, repite los colores y motivos de hortalizas.

Brillos nocturnos

Para la noche, la cosa cambia: los tonos se vuelve oscuros y reinan el negro, el azul noche y los morados combinados con el color crema en vestidos algo más cortos y pegados al cuerpo.

Lo más importante es la riqueza de la composición del tejido: sedas brocadas y bordadas en multitud de cristales de azabache, strass o en pailletes multicolores con flecos y encajes. Las composiciones florales y de arabescos de los bordados recuerdan el fulgor de los fuegos artificiales tan propios de los festejos estivales mediterráneos.

En conjunto, una colección bonita y con muchas prendas perfectas para el estío, aunque otras más difíciles de llevar.