EL ESPLÉNDIDO VESTUARIO DE “BLANCANIEVES"
CULTURA, marzo 2012
Julia Roberts es la Reina

-
El 23 de marzo se estrena en España la película “Blancanieves (Mirror, mirror)”, uno de los cuentos de los hermanos Grimm más queridos de todos los tiempos. Esta divertida y surrealista versión está dirigida por Tarsem Singh, en la que una bella y madura Julia Roberts encarna a la malvada pero también sugestiva Reina, y la joven Lily Collins a la dulce Blancanieves. El espléndido vestuario es una de las joyas de este film para todos los públicos, creado por Eiko Ishioka.
Aparte del guión, puesta en escena e interpretaciones -todo de lo más sorprendente, ya que recupera elementos y personajes de antiguas versiones muy alejadas de la infantil “Blancanieves” de Walt Disney-, lo que queremos destacar de la película es su soberbio vestuario. Es el legado póstumo de Eiko Ishioka, la diseñadora japonesa experta en vestuario cinematográfico, que murió el pasado 21 de enero, víctima de un cáncer.Ishioka hizo el vestuario de numerosas películas y obras de teatro, entre ellas “Mishima”, que le mereció un premio en el festival de Cannes. También diseñó la escenografía y guardarropa de la ópera “Madame Butterfly”, y de “Varekai”, un espectáculo del Cirque du Soleil. Recibió un Emmy por el diseño de cubierta del álbum “Tutu” de Miles Davis y, por fin en 1993, le llegó el Oscar al Mejor Vestuario por sus creaciones para la película “Drácula”, de Francis Ford Coppola. En 2008 diseñó el mágico vestuario de la noche inaugural de los Juegos Olímpicos de Pekín. Su trabajo forma parte de la colección permanente del MOMA de Nueva York.
El vestuario de “Blancanieves” es todo un espectáculo de color y formas, una perfecta combinación entre lo colorista y lo tenebroso, que recuerda un poco el estilo de “Alicia en el País de las Maravillas”, de Tim Burton, estrenada en la pasada primavera.
Los atuendos creados por Ishioka para esta película son opulentos, llamativos, atrevidos, con detalles muy trabajados y un tanto góticos. Acompañan perfectamente la personalidad de quien los lleva y tratan, sobre todo, de marcar la diversidad de caracteres de las dos antagónicas protagonistas. Unas veces, la Reina es vestida con brillo y lujo, con vestidos dorados, o en rojo sangre para denotar crueldad, con golas exageradas como pavos reales o como alas de murciélago y un estilo ecléctico e imaginativo que mezcla elementos propios del siglo XVI y el XIX, incorporando detalles históricos auténticos y elementos totalmente apócrifos. En cambio, Blancanieves luce prendas románticas y vaporosas en azul, blanco o verdes pastel, que remachan la inocencia y la frescura de su juvenil belleza. Pero cuando tiene que blandir la espada no le sobra la sobria y masculina vestimenta de batalla.
Más de 300 diseños hechos a mano
Este ostentoso vestuario, realizado en seda, organza y con numerosos bordados, luce en muchos momentos de la película, como en el elegante baile de disfraces en palacio del principio del metraje, o en el gran baile final, con una música pop y una coreografía a lo bollywood, que va mostrando los atuendos a cual más extravagante y bello.
Los diseños de Eiko no se limitaban a los vestidos de las estrellas de la película. También diseñó más de 300 trajes para vestir a los demás personajes y a los extras, casi todos hechos a mano. “Fue delicioso trabajar con sus colores vibrantes –declaró Felicity Bowring, encargada de maquillaje y peluquería-. Imagina a gente vistiendo colores vivos, rojo, amarillo, naranja, verde, rosa y plata, todo en la misma escena. Para el baile de disfraces creamos unas diez máscaras pintadas de animales para los invitados en vez de usar las máscaras habituales que suele usar la gente. Y los peinados tenían que estar en proporción con los trajes. Cuando un vestido tiene un polisón que sobresale un metro del cuerpo, la peluca tiene que estar en proporción y ser lo suficientemente alta para que parezca extraordinaria”.
El productor ejecutivo, Kevin Misher, afirmó: “Creo que el trabajo de Ishiko para esta película es un testamento de su arte en general, un precioso regalo que deja tras de sí para que recordemos lo especial que era”.
Todo un regalo multicolor para la vista en esta versión en comedia para todos los públicos. Por supuesto, en la aventura no faltan los siete enanitos -en lugar de mineros son salteadores de caminos-, que ayudarán con mucho humor a la exiliada princesa a recuperar el trono y el amor de su príncipe azul.

Lily Collins en el papel de Blancanieves

Cartel oficial

Eiko Ishioka en su taller
EL ESPLÉNDIDO VESTUARIO DE “BLANCANIEVES"

