MBFWM: LA MODA YA HUELE A PRIMAVERA

Un total de 41 diseñadores se reunieron para dar paso a la moda del próximo año en la MBFWM. En el ambiente un mesurado optimismo por una mayor dosis de creatividad en los desfiles, un aumento de periodistas extranjeros, y la comprobación de que, a pesar de los desfiles “paralelos” a los eventos de Ifema y de una disminución de sus asistentes de “alto voltaje” –este año ni la alcaldesa, ni la Infanta, ni ninguna ministra aparecieron por allí- la pasarela sigue levantando pasiones entre los profesionales de la moda y el público en general. La pregunta queda en el aire ¿Toda esta expectación se traducirá en unas ventas suculentas para nuestra economía?

“La moda debe unir a los españoles igual que la selección”- Estas palabras del diseñador Roberto Verino justificaron su colección que abrió la Semana de la Moda en Ifema. Verino apostó por los estampados en blanco negro y rojo, algunos lunares grandes y por accesorios de signo inequívoco como los abanicos y los sombreros cordobeses. Un aire español y “patrio” para hacer frente a la crisis con nuevos brios. En cambio, Vitorio y Lucchino, antes los abanderados del más puro españolismo, este año se inclinaron por unos abigarrados modelos con retazos de inspiración oriental de épocas pasadas con m ezclas de tejidos y estampados.

Fiel a si mismo, pero más comedido que en ocasiones anteriores, Francis Montesinos se inspiró en las maravillas de un jardín tropical con estampados de pájaros, flores y mariposas con tejidos ligeros pero sin olvidarse de uno de sus materiales más emblemáticos: el crochet.

Hannibal Laguna, que en su anterior colección recorrió a una negrura total, este año se ha sumado a la orgia de tonos fuertes. El negro solo apareció en dos faldas cortas con adornos de plumas. Empezó con modelos al rojo vivo para discurrir después por los tonos amarillo, verde esmeralda, azul eléctrico. Sus modelos parecen pensados para la alfombra roja o para eventos de categoría. Pliegues, drapeados, escotes asimétricos todo aderezado con un buen trabajo de costura. En cambio, Angel Schlesser siguió con su tradición de moda ponible y urbana que siempre triunfa, con una colección que el diseñador califica de “fresca y fácil” y en la que destacamos la combinación del blanco y el negro en unos modelos de rayas gigantes.

Agatha Ruiz de la Prada hizo un recorrido por sus modelos a lo largo de los últimos 25 años que entre escándalos y aplausos-que de todo ha habido en este tiempo-le han servido como una excelente herramienta para promocionar accesorios y toda clase de productos. Lo suyo fue una colección nostálgica pero divertida y superoriginal. David Delfin, el Premio de este año a la mejor colección –bien merecido por cierto- nos sorprendió con un cortometraje muy bien interpretado por su musa Bimba Bose. Su colección es un canto al refinamiento y a la sencillez elegante apoyada por un patronaje excelente. Vestidos con combinaciones bicolor, cuellos colegiala, tonos grises.

Juan Duyos se inclina cada vez más por los modelos que rozan el privilegiado campo de la Alta Costura. Su evolución es muy positiva y da a la moda española esta aurea de lujo y refinamiento que cultivaron Pedro Rodriguez y Pertegaz en en otras épocas. Una sinfonía de tonos rosas, telas ligeras volúmenes en la esplda y faldas amplísimas. Juanjo Oliva es otro diseñador que se dirige también a una mujer refinada y muy femenina a la que le gusta la moda con mayúscula. Esgrimió su prenda “estrella” el vestido , sobre todo largo con colores discretos y tejidos volatiles que les dan una sensación de flexibilidad y ligereza.

Ana Locking ya ha advertido que es cierto que su colección “The Talk” es muy real y comercial pero que esto no significa que deje de investigar cada vez más en busca de nuevas fórmulas. Es patente su indeclinable pasión por las asimetrías, los largos desiguales y las estructuras rectangulares. Sus complementos van desde una bisutería ostentosa en resina de poliéster hasta unas sandalias realizadas por Castañer con cuerdas de montaña alrededor de la pierna.

Varios diseñadores se inclinaron por una moda llevable que puede figurar sin sobresaltos en el fondo de armario. Kina Fernandez nos mostró quizás la mejor de sus colecciones nuy ponible que nos da su visión particular de los años 90. Muy originales sus blazers clásicos combinados con los trajes de noche de colores vivos. Torreta, impecable en su estilo sport, introdujo esta vez tejidos fluidos y estampados florales junto con el barroquismo más exquisito en algunos accesorios. Modesto Lomba reprodujo sus minimalismos mitigados en bonitas combinaciones de tonos suaves y nos anticipó una primavera exuberante con sus collares de flores. Teresa Helbig mostró una vez más una costura joven pero de una excepcional calidad artesana y Sita Murt presentó una bonita colección buscando la armonía de tonos pálidos con cuellos estilo colegiala y modelando la silueta con tejidos de punto.