CÓMO CUIDAR LA PIEL EN INVIERNO
IMAGEN, noviembre 2012
Un poco de ejercicio

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Ya han amarilleado las hojas y hemos sacado los abrigos y las capas que todo lo tapan… Pero eso no quiere decir que podamos dejar de cuidarnos. Siempre he creído que una no limpia lo que ve la suegra y sólo porque viene la suegra… pues lo mismo: una no se cuida sólo porque la vean, así que vamos a enumerar los cuidados mínimos para que en el invierno sigamos teniendo una piel nutrida y preciosa, por el gusto de vérnosla así nosotras mismas.
En primer lugar, no me cansaré de decíroslo: agua, agua y más agua. Lo mínimo que se debe beber para tener la piel bien (reflejo de la salud de nuestro cuerpo en general) son 2 litros de agua al día. Si te cuesta mucho o te da una pereza horrible, puedes beber un vaso entero cada vez que vayas al baño, así será una rutina sencilla y un círculo nada vicioso, todo lo contrario, sanísimo. También hay unas botellas muy bonitas para no llevar las de plástico que son un horror y además no es muy sano reutilizarlas una y otra vez, y puedes acabar el día con la misma agua de primera hora de la mañana.No tomes tanto café y excitantes artificiales y mucho menos refrescos gaseosos. Para despejarte y entrar en calor es mejor tomar infusiones de té blanco, negro, con canela, con menta… En The Tea Shop te pueden aconsejar y te aseguro que te vas a aficionar a ellas, ¡dales una oportunidad!
Sé que en invierno, con el frío y muchas menos horas de sol, es más complicado sacar el tiempo para hacer deporte, pero es lo mejor que puedes hacer para tu belleza y bienestar. Por lo menos, caminar deprisa 20 minutos al día. Pero deprisa es con zapatillas de deporte y acabar sudando. Es necesario que el corazón bombee con más fuerza para oxigenar nuestros pulmones y así, todo nuestro organismo. Además de ser sano para nuestra salud y mantenernos en forma y llenarnos de energía, notarás cómo la piel brilla todo el día, y tu cuerpo te lo agradecerá de mil maneras.
Es más, incluso si vas de viaje, yo te recomiendo que metas tus tenis en tu maleta. También te dará un poquito el sol y créeme, ese bronceado ligero que te da el sol del invierno (que está ahí y penetra aunque tú no lo veas), es precioso, es la diferencia entre un blanco lechoso o verde cetrino y un aspecto de juventud y salud envidiables.
En segundo lugar, y no por eso menos importante, es hidratarnos después de la ducha el cuerpo. Acuérdate de extender mucha leche hidratante en los codos, rodillas, en los pies, entre los deditos bien secados antes para evitar hongos… Como no hace el calor del verano ni nos exponemos tanto al sol, no hace falta que sea una hidratante tan potente, pueden ser cremas más ligeras como Nivea Soft o leche corporales como Natural Honey.
Si tienes algo de celulitis, es el momento perfecto de aplicarnos las cremas ad hoc: con perseverancia y unos minutos de masaje, verás resultados en un par de semanas. Las mejores que hemos comprobado son las de Lancôme, que puedes encontrar en El Corte Inglés y las de farmacia como la de Morlan. Pero no te engañes, no son milagrosas: es imprescindible el masaje y, sobre todo, la alimentación sana y el ejercicio diario.
Proteger el rostro del sol
Para el rostro, protección solar antes de salir de casa, pues como hemos dicho antes, el sol está aunque no lo veas. No soy una exagerada, de verdad, que es la diferencia entre parecer una anciana a los sesenta o que todo el mundo te eche 20 años menos.
Por último, no olvides que existen unas hidratantes faciales específicas para el frío como Eucerín si tienes la piel sensible como yo y el protector labial, que yo te recomiendo dos: el de Bobbi Brown, que es carísimo pero además de protección lleva antiarrugas y se nota cuando lo llevas usando unas semanas que tus labios están más tersos y jugosos, y el lipstick de Apivita hecho a base de cera y miel de abejas, 100% natural, mucho más económico y también muy efectivo.
También es importante mantener a raya la depilación en invierno, por higiene, por cuidar la emoción en la pareja, por ti misma y por si algún día tienes un evento en el que te aventures con un vestido de mangas mini o unas medias más finas.
Como ves, se trata de un cuidado mínimo de pequeñas rutinas y una hora al día de pensar en ti. Y ¿qué es una hora de 24?

Hidratar por dentro

Botellas de agua

Labiales
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Hidratantes