CHLOÉ, SOFISTICADA COMODIDAD

La colección para los meses fríos ideados por la directora creativa de Chloé, Claire Waigth, es una mezcolanza de sofisticación con aires deportivos. Aporta, por el color, una gran complicidad con el invierno, con esos tonos fríos y claros… pero, al mismo tiempo, transmite calidez por los tejidos y las líneas amplias y cómodas.

La firma apuesta por tonos dulces y pasteles, delicados, en crema, rosa pastel, celeste, melocotón y mostaza, nude, azul hielo. Y se olvida casi por completo del negro, que permanece sólo como contrapunto. Los más fuertes, los tonos guindas o marrón glacé. El valor añadido es la mezcla de tonos en el mismo look con el denominador común de la suavidad ante todo.

Las prendas, oversize en general y con un ligero estilo vintage, se decantan por vestidos con suave guateado y talle bajo y fruncido, igual que por abrigos sin entallar, lisos, bicolor y de grandes cuadros clásicos. Una característica de esta colección es la originalidad de los pantalones que recuerdan a los deportivos chándals de inspiración jogging. La feminidad se resalta con blusas de seda con lazadas combinadas con faldas de cintura fruncida y rematadas en los bajos con elástico, bajos que llegan hasta la rodilla y a media pierna. Parkas grandes, cazadoras envolventes sobre “huskys” acolchados y jerséis de punto elástico.

Seda y cuero

Los tejidos abarcan materiales invernales que van tanto desde la piel vuelta y el cuero al algodón y a la alpaca. Pero también seda para las blusas.

Ya para vestir la noche, Chloé se decanta por el bicolor fuerte-suave, con blusas de delicado encaje crema con aplicaciones de flores a tono y faldas o pantalones en negro, marrón o guinda. El acolchado o guateado se repite en muchas prendas. Abrigos de vestir de encaje con dibujo floral.

Entre los complementos que han acompañado la colección, destacamos los zapatos de piel nacarada con pulsera y cuña integrada, pero no excesivamente altos. Bolsones y carteras de cremalleras de inspiración portafolio.