JORNADA DE MODA EN EL MUSEO DEL TRAJE
CULTURA, noviembre 2012
Inauguración

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“Moda: pasado, presente y futuro” fue el tema de la Jornada organizada por la Asociación Moda, Universidad y Empresa, editora de asmoda.com, celebrada en el Museo del Traje de Madrid a la que asistieron más de 100 personas venidas de distintos puntos de España, entre las que figuraban estudiantes de diseño, estilistas y otros profesionales relacionados con el mundo de la moda. Presentó el acto la directora del Museo, Helena del Hierro.
La conferencia inaugural corrió a cargo de Ignacio Sierra, director general corporativo del Grupo Cortefiel, que trazó una interesante trayectoria de esta empresa fundada en 1880 y hoy presente en más de 60 países poniéndola en relación con la moda de cada momento.Coordinada por el sociólogo Pedro Mansilla, la primera Mesa Redonda se inició con una intervención del octogenario diseñador Elio Berhanyer, en la que recordó sus 66 años en el mundo de la moda, y cómo el gran Cristóbal Balenciaga le ofreció irse con él a París para “hacer ojales”, si bien él decidió quedarse en España porque aventuró su futuro en ella. Enrique Loewe, director de la Fundación Loewe, recordó la andadura y deseo de perfección de la firma Loewe, prototipo de elegancia y de la moda española en el mundo, especialmente en Japón donde ha contado con numerosa presencia.
Del presente hablaron Arnaud Maillard y Álvaro Castejón, diseñadores de la firma Alvarno, quienes apostaron por hacer moda en Madrid, después de vivir en París, porque les gusta la luz y las sugerencias de la capital de España.
Del futuro habló Juan Carlos Santos, consultor de Marketing y Diseño, especializado en Análisis de Tendencias, para decir que “de esta crisis vamos a salir pero de modo distinto a cómo éramos. Se nos ha roto la bola de cristal”. Pese a ello aventuró algunas claves: “La moda no es sólo expresión, sino papel para crear imaginarios sociales que integran al individuo en el grupo. Las transformaciones son vertiginosas. Cualquier cambio de modelo social crea un nuevo imaginario”, añadió.
Juan Carlos Santos señaló algunas características en el futuro de la moda: en primer lugar, el proceso de popularización que llega cada vez a espacios más amplios. En segundo lugar subrayó la complejidad de la moda con una gran gramática de elementos simbólicos, signos o elementos semánticos, con los que cada usuario de la moda se construye una identidad propia, dinámica y diferenciada.
“La creación de la moda -continúo- se hace más conceptual para construir la “amazona del futuro” como algo emocional. La comunicación de la moda se hará con espectáculos articulados en torno a un concepto y a base de difusión y cortos visuales que se multiplicar por doquier. Habrá multiplicidad de estilos, más diversidad de roles y valdrá más cualquier cosa. En tercer lugar, se producirá una sed de innovación e inflación de tendencias. Necesitaremos construir imaginarios diferentes para facilitar identidades distintas a los consumidores. En cuarto lugar, se producirá la emergencia de un consumidor inteligente, cualificado para construir cualquier identidad. La gente sabe construir su look y sus nuevos mensajes”.
El programa de la mañana se cerró con la presentación del libro de Josefina Figueras “Moda, pasado, presente y futuro” -que dio nombre a la Jornada- con una intervención a cargo de Mª Mercedes Álvarez, redactora-jefe de la revista asmoda, que explicó la razón y las características del libro. Terminó el acto con firmas por parte de la autora.
Balenciaga: el ruido eterno
El programa de la tarde empezó con la conferencia de Paloma Díaz Soloaga, Directora del Título Superior en Comunicación y Gestión de Moda del Centro Universitario Villanueva, titulada “Los nuevos retos internacionales de las marcas de moda” un interesante tema que provocó un amplio debate.
El trabajo y la personalidad del diseñador español Cristóbal Balenciaga fue el tema de la mesa redonda coordinada por Pedro Mansilla. Abrió las intervenciones Sonsoles Díaz de Rivera, hija de la marquesa de Llanzol, la mejor cliente de Balenciaga en España como lo fuera Marlene Dietrich fuera del país. “Era un placer verle probar un traje - recordó-. La clienta se subía a una especie de pequeña banqueta y el diseñador lo hacía sentado en una sillita con la boca llena de alfileres y en riguroso silencio… Le gustaba ir al Rastro y al Museo del Prado donde tomaba nota de la moda española en los cuadros de Velázquez o Zurbarán".
“Los mitos tienen muchas facetas en la realidad y en la imaginación. Balenciaga era un mito real”, declaró Enrique Loewe. “Fortuny era otro mito y los mitos atraviesan el tiempo” añadió. Concha Herranz. Jefe del Departamento de Colecciones del Museo del Traje, señaló que “Balenciaga era arquitecto, escultor y pintor en su trabajo. Seleccionaba con atención el tejido y era exigente durante todo el proceso. Los trajes de Balenciaga hay que verlos en sus tres dimensiones, por el anverso y el reverso, de ahí las limitaciones del museo a la hora de mostrarlos”.
“Todos los materiales eran válidos para Balenciaga a la hora de diseñar un traje -señaló Lucina Llorente, del departamento técnico del Museo- Los encajes eran sus preferidos y trabajaba con ellos como si fuera un artesano, porque sabía respetar siempre el buen trabajo de los artesanos con los que se relacionaba”. Josefina Figueras, periodista analista de moda, declaró que pese a no gustarle el contacto con la prensa, los periodistas siempre lo respetaron. Se le conocía como “el fantasma de la calle George V de Paris” y algunos dudaban de que existiera. “Balenciaga no quería fama sino prestigio por su trabajo bien hecho” concluyó.
Pedro Mansilla destacó que Balenciaga era el único diseñador capaz de encerrarse con un tejido en una habitación y salir con un traje hecho, porque sabía hacerlo todo: crear, y diseñar el patrón, cortar, coser y resolver con el menor número de cortes un vestido”.
La Jornada concluyó con una visita al Museo del Traje.

Mesa redonda con Elio Berhanyer

Alvarno

Descanso
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Comida

Conferencia

Mesa redonda Balenciaga