LANVIN:UNA NAVIDAD BARROCA
COLECCIONES, diciembre 2012

-
La centenaria firma Lanvin ha conseguido lo que pocos: mantenerse en el nivel más alto y conjugar lo ultrafemenino y la sofisticación en looks únicos con la hechura de prendas ready to wear. Su director creativo, Alber Elbaz, ha celebrado su décimo aniversario al frente de la firma con una colección muy femenina, vanguardista y muy elaborada.
Sorprendió en la apertura del desfile con una serie de vestidos y conjuntos de chaqueta y falda de línea sencilla pero en intensos colores parchís: rojo, amarillo, verde, añil. Las suaves lanas eran ideales para envolver la figura de la modelo como un guante, marcando mucho las formas femeninas, y, al mismo tiempo, creando volúmenes en los hombros y en la cintura. Faldas muy ajustadas y cinturas marcadas al máximo, con volantes al bies en el remate de las chaquetas y en las solapas, con mucho movimiento. Escotes a la caja, mangas rectas a la muñeca y hombros muy marcados.Lo que llama la atención es la dualidad en las prendas: tanto ajustadas al cuerpo, como por ejemplo las faldas lápiz, como las faldas de grandes vuelos o línea trapecio.
Poco a poco, las prendas se van sofisticando y se van suavizando los tonos, que comienzan a volverse oscuros con grises y azules intensos en abrigos oversize y faldas lápiz con volantes. Conjuntos en blanco y negro y gris humo, tanto en vestidos cortos como en blusas de seda blanca y faldas negras de capa de gran vuelo. Detalles péplum con plisados de gasa a tono sobre vestidos ajustados a la cintura y con largo desigual.
Pedrería en cascadas
La colección va evolucionando de una forma natural hacia vestidos barrocos de coctel y fiesta, complicando el diseño y los adornos. Sin dejar del todo el estilo de calle, los tejidos se vuelven más ricos: brocados, estampados complicados, aplicaciones de purpurina, de piedras de colores tamaño XXL, y tonos dorados apagados, grises y bronces. Uno de los looks consistía en un vestido-casaca con pantalón pitillo y botines a juego en un tejido gris troquelado con arabescos en oro viejo y aplicaciones de cuero en el cuello. Otro, un abrigo en tono bronce con un enorme volante en la falda asimétrica y mucho vuelo.
Los vestidos van enriquecidos con una cascada de piedras de colores de gran tamaño bordadas desde los hombros hasta el talle. Botines de plataforma en cuero y ante. Y un detalle en los complementos que los hace únicos: aplicaciones también de piedras brillantes ¡hasta en la suela de los zapatos de las modelos!



LANVIN:UNA NAVIDAD BARROCA
