BLUMARINE, OPCIÓN POR LA FANTASÍA Y EL COLOR>
COLECCIONES, enero 2013

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El desfile de Blumarine lo formaban varias colecciones en una, con propuestas de todas las tendencias: llamativos metalizados, colores flúor, tonos en crudo invernal y, cómo no, print animal, que dura ya varias temporadas y se resiste a dejarnos. Anna Molinari, la fundadora y directora creativa de la marca italiana, jugó con la fantasía y la materializó en diseños seductores premonitorios de la primavera.
Inspirados en la nieve, unos confortables conjuntos con jerséis de cuello cisne y pantalones de esquí se completaban con chaquetones yeti de pelo largo en colores eléctricos, a cual más vibrante: naranja, fucsia, morado, amarillo, azul… con grandes bolsones a juego. Toques de plata en botas y cinturones anchos.Tras este despliegue de color que alegraba la vista, Blumarine se modera algo con conjuntos de falda y chaqueta y gabardinas en piel metalizada y teñida en tonos pasteles: grises, lila, verde claro, azul celeste. Cazadoras y faldas por encima de la rodilla con cortes clásicos pero look atrevido. Una tercera línea, totalmente antagónica, contemplamos en conjuntos de lana y abrigos cortos, en tono crudo y gris, de patrón recto con doble botonadura y leggins y botas a tono de estilo minimalista y muy discreto.
El estilo sesentero llega con conjuntos ‘Barbarella’ muy juveniles, de vestidos cortos y cazadoras de piel en colores metalizados vibrantes que preludian la primavera. Y si hasta ahora no reina el estampado, en estas propuestas están por doquier: los tejidos con efecto lamé se animan con mezclas psicodélicas de turquesa con amarillo, reflejos naranjas y estampados con leyendas hippies e irisaciones tornasoladas.
La explosión llega de nuevo con el print animal, desplegado de forma apabullante. Los materiales se mezclan: lúrex, lycra, piel y pelo largo en total looks leopardo y en variedad de prendas: cazadoras denim, chaquetas, faldas y pantalones, y hasta en medias, pantys y botas. Y, cómo no, en foulards, bufandas y complementos. Sofisticación al máximo, pero también toques muy juveniles y desenfadados en los detalles. Como complementos, enormes pendientes de aro y collares y ajorcas muy llamativas.
Para la propuesta de noche, Blumarine se atreve con la simbiosis del lúrex y la seda en una sucesión de vestidos vaporosos hiperfemeninos realizados con una lluvia de strass y lentejuelas multicolores. Pero también con un básico imprescindible que no falta en ninguna colección: el traje negro de cóctel.



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