UNA PIEL DE PORCELANA PARA RECIBIR LA PRIMAVERA

La primavera la sangre altera... ¡Y la piel! Y tenemos que estar listas para quitarnos unas cuantas capas (que tanto tapan) y prepararnos para lucir la piel suave, lisa, sin manchas y por supuesto sin pelillos terribles

Es importante cuidarse la piel todo el año pero más aún si tenemos tendencia a las irritaciones en ciertas zonas con motivo a inminentes alergias. Si es tu caso, no dudes en ir al dermatólogo para qué cuide tu patología lo antes posible, y digo cuide porque hay algunas que son incurables y cada primavera aflorará... Pero sí se pueden tener a raya y no hay excusa para no hacerlo.

Otro tema interesante son los brillos, acné tardío u hormonal, poros obstruidos (comúnmente conocidos como puntos negros), etc. Para estos problemitas no hay mejor truco que el de una rutina constante de higiene algo más especializada en esas zonas: no sólo el tónico por las mañanas y por la noche, sino también puedes añadir unos toques de “agua micelar” en las zonas a tratar, aplicado con un algodoncito a pequeños toques.

Lo que no os recomiendo que uséis son las tiras limpiadoras, una especie de tirita en el que se pega la suciedad... No sacan toda la grasa, sólo la superficial y además, después el poro se queda abierto y expuesto, listo para volver a ensuciárselas con la polución. Si te empeñas en usarlas, justo después aplícate rápidamente el agua micelar o loción específica, aunque... te va a escocer.

Creo que es mucho menos agresivo y efectivo la rutina diaria: los poros se irá limpiando y cerrando poco a poco y en un mes tendrás la cara perfecta. Si tu problema en cambio es la aparición de las primeras marcas de expresión, arruguitas o flaccidez, no te gastes el dinero en malas cremas que no sirven de nada: es mejor una buena y que funcione. Además puedes hacerte un tratamiento de belleza en un centro especializado como los Petit Salón, que son profesionales y asequibles.

Pero si te falta el tiempo y el dinero, la mejor inversión que puedes hacer es el Nuskin, un aparatito que utiliza corriente galvánica (la misma que usan en los centros de belleza) y al aplicarte sus geles notarás cómo la fórmula penetra hasta las capas más profundas de la piel y lo podrás utilizar para muchas partes del cuerpo: en la piel de la cara para acné, para arrugas, para manchas del sol o del embarazo, en las piernas, vientre, cadera y cintura para adelgazar y eliminar la piel de naranja y retención de líquidos, en el cuero cabelludo para fortalecer el pelo y frenar radicalmente la caída... ¡Es una auténtica maravilla! Y por lo que te cuesta 4 sesiones en un centro de estética ya has amortizado su precio...

Respecto a la suavidad, es importante hacerse una ligera exfoliación al menos una vez al mes, aunque yo recomiendo mejor una a la semana. Basta qué compres una manopla para el cuerpo que puedes encontrar baratísimas en The Body Shop y una crema granulada para la cara. La exfoliación es una rutina suave y agradable, no hay que arrancarse la piel. Usa un jabón extra hidratante como Dove y disfruta mientras haces círculos por toda la piel de tu cuerpo y repite la acción en tu cara con la crema granulada. La más gustosa de todas es sin duda de La Mer, pero las tienes de muchísimas marcas mucho más asequibles.

En el tema del vello, yo soy tajante: ante la duda, elimínalo. En piernas, labio, línea del bañador, es obvio... Pero en brazos, muslos, patillas... Si te lo preguntas es que deberías hacerlo, o mejor dicho, deshacerte de ello. Hay mujeres (las que no somos rubias albinas) que nos miramos el brazo con un poco de vello pero castaño u oscuro y nos preguntamos ¿debería quitármelo? La respuesta es rotunda: SI.

Algunas se consuelan tiñéndolo y no es una solución adecuada por dos motivos: primero porque se seguirán viendo y encima ¡rubio chillón! (como luces fluorescentes); y segundo, porque los decolorantes tienen vitaminas y eso provocará el fortalecimiento del vello, su crecimiento más rápido y tendrás raíces en los pelillos de los brazos... ¡Lo último! Déjate de rodeos y elimina el problema de raíz, ya sea con cera o con láser, que es la mejor opción, para qué engañarnos. Y no te preocupes, que ni duele ni te crecerá más fuerte y grueso, al contrario, lo normal es que acabe por desaparecer cuanto más te lo depiles.

En cuanto hagas esto unas semanas, retomarás tus bermudas, tus camisas sin mangas y podrás presumir de una piel de porcelana, envidiable.