UNA MODA CON ACENTO ESPAÑOL
EVENTOS, Marzo 2013
Teresa Helbig

Amaya Arzuaga
Un total de 42 diseñadores se han dado cita en la 57 edición de Mercedes-Benz Madrid Fashion Week. En la pasarela madrileña para el próximo otoño-invierno, los diseñadores han dirigido un claro guiño al consumo y se han pasado a una moda más ponible distanciándose de looks transgresores o imposibles de saltar a la calle. En medio de este objetivo común de “vender”, la moda ha sido variadísima: siluetas fluidas y rectas con faldas estilo lápiz, escotes a la caja o cuellos colegiala, brillos a granel, tejidos tecnológicos, mucho negro, amarillo y bicolor blanco y negro... Y como siempre la nostalgia de décadas anteriores.
Un diseñador capaz de convertir los modelos clásicos y llevables en piezas únicas es Ángel Schlesser. Muchas de ellas podrían ser el fondo de armario más perfecto que una mujer pudiera desear: un sastre azul tinta con camisa blanca, un maxiabrigo beige, una capa. Y junto a esto los contrastes rotundos del blanco y el negro con pinceladas de gris, camel y azulón y las expresiones más minimalistas y austeras de la “petite robe noir”. Otro maestro en los diseños muy “vendibles” y de un gusto exquisito es Roberto Torretta con su afición al uso del cuero en conjuntos negros y oscuros con un largo justo por debajo la rodilla, chaquetones de visón pinzado y sastres pantalón en negro o en rojo.El vestido es el rey de la colección de Miguel Palacio, otro adicto al minimalismo, con modelos para coctel y para fiesta con resonancias años 20, adornados con maxihebillas y con el brillo de unos enormes cinturones-fajín en lamé dorado..
BICOLOR Y... ¡BLANCO TOTAL!
La combinación rosa y nude es el bicolor favorito de Teresa Helbig, la mejor representante del “pret a couture”, en su colección inspirada en las ilusiones ópticas del Pop Art. Una línea sencillísima que combina con un minucioso y perfecto trabajo de costura que nos remonta a tiempos pasados pero con materiales que sugieren una investigación supermoderna y aderezos de metacrilato. Más agresivo es el contraste bicolor de Amaya Arzuaga en rojo y negro en su línea AA, distinta a la que presentará en París, con abundancia de cuellos Mao y “chimenea” y pone el acento español en las capas y las toreras. Juanjo Oliva ha abandonado esta vez su colorido vibrante para recurrir a colores pálidos con preferencia el blanco. Sus vestidos blancos largos, en organza pegados al cuerpo, con pequeños detalles dorados, fueron lo mejor de su colección.
Y… llegamos ya al “blanco total” con Davidelfín. Una colección con blazers intachables, faldas largas y fluidas, todo totalmente en blanco, dedicada a su perrita Alicia que murió en octubre después de 15 años de pacífica convivencia. La única nota de color de la colección eran unas rosas bordadas en rojo en algunos tops y escotes a la caja. El blanco fue también para el único traje de novia que vimos en la pasarela y que cerró el pase de Ion Fiz, un diseñador siempre en plena superación, que nos brindó una colección superelegante con monos entallados y espléndidos trajes de noche.
LOS ESTAMPADOS OTOÑO-INVIERNO
La tendencia de los estampados no ha sido tan fuerte en la moda española como en otras pasarelas internacionales pero su presencia ha sido rotunda en algunas colecciones. Ana Locking, con su cinematográfica colección que tituló Mc Guffin, nombre acuñado por el mago del suspense Hitchcock, nos brindó primero unos trajes negros con silueta lápiz para decantarse después por un derroche de un tejido de neopreno y algodón gofrado estampado con flores barrocas y dibujos geométricos que se colaron en toda clase de modelos… hasta en la blusa que la propia diseñadora llevó para saludar al final de su colección.
No podían dejar de acudir a su constante cita con los estampados unos diseñadores que tan bien los trabajan: los hermanos Ailanto. Su colección de línea sencilla, inspirada en la pintora ucraniana Sonia Delaunay, nos brindó una serie de estampados en formas abstractas y técnicas de collage en tonos mostaza, verde, azul y coral en chiffon y crep de seda. También Modesto Lomba recurrió a un estampado con matices flamencos: los lunares con el dúo del éxito: blanco y negro o viceversa en distintos tamaños combinados entre sí.
LA HUELLA ESPAÑOLA
Si hay un diseñador español que se dedique a “hacer patria” este es Francis Montesinos. En su larga trayectoria nunca han faltado las alusiones a monumentos y paisajes de nuestra geografía. Esta vez se ha movido entre el recuerdo de los años 80, que han sido el hilo conductor de su colección, en la que no ha faltado un recuerdo a los colores rojo y gualda. Entre sus notas favoritas destacan el punto, el ganchillo, los tejidos a mano y los flecos.
Una velada inspiración “typical spanish” ha campeado en la colección de Hannibal Laguna. Prendas de encaje, juegos de volúmenes, elementos barrocos españoles, faldas amplias recordando los años 50... Todo muy suntuoso, con pedrería y bordados exquisitos. Roberto Verino, que recurre con frecuencia a la inspiración española, esta vez se ha decantado más por una influencia oriental y por el recuerdo de los años 70: gasas, terciopelos y lujosas combinaciones en oro y negro con detalles psicodélicos.

Ana Locking

Davidelfin

Ion Fiz
UNA MODA CON ACENTO ESPAÑOL

Juanjo Oliva

Roberto Torretta

Miguel Marinero

Miguel Palacio