BLANCO Y NEGRO, EL DUO DEL ÉXITO

Parecen dos colores antagónicos pero juntos consiguen un resultado fantástico. El blanco y el negro han vuelto a unirse esta temporada para formar un mix de éxito seguro que nos remite al minimalismo de los 90 y a la geometría arquitectónica de los 60 y 70. Pero hay más. Se unen también en los estampados florales y formando conjuntos en los que el uno y el otro dominan indistintamente. Las pasarelas internacionales se han rendido a su encanto.

Rayas diplomáticas, rombos, dameros. Los diseñadores han echado mano de la geometría. En sus creaciones uno de los dos colores-el blanco o el negro-manda y el otro le acompaña. El estilo sesentero, con los logros de Courreges, revive en los juegos bicolor y en los estampados psicodélicos que han campado a sus anchas por las pasarelas y que esta temporada veremos profusamente por nuestras calles. Issey Miyake, Angel Schlesser y Balmain se han apuntado a ellos con entusiasmo.

Junto al grafismo avasallador de los 60 triunfa el minimalismo sereno de los 90 con sus blogs bicolor y los efectos ópticos que se inscriben en la línea sport-chic con líneas trapezoides y adornos de estratégicas cremalleras que han conquistado a diseñadores como Stella Mc Cartney y Alexander Wang.

Pero el binomio blanco y negro puede conseguirse por otras vías muy sencillas como son los clásicos conjuntos de pantalón o falda negra con blusa blanca que vemos en Celine o Givenchy o en los blazers negros con falda o pantalón blanco y viceversa. Otro truco que resulta muy elegante es animar un simple vestido negro con complementos blancos como ha hecho Michael Kors que ha colocado sobre “la petite robe noir” un cuello, un cinturón y un bolso blanco.

El capítulo de los estampados también cuenta y mucho. El blanco y el negro no juegan sólo con rayas y dameros. Hay estampados de flores blancas sobre fondo negro en Bottega Veneta y sutiles estampados bicolor en Oscar de la Renta. Los lunares negros se posan en algunos vestidos blancos como en Nina Ricci y las camisas negras se animan con lunares blancos.

El combinado de distintas prendas y accesorios ayudan al espontáneo juego del blanco y el negro. Se pueden combinar los chalecos de sastrería con chaquetas tipo levita jugando con los dos colores, llenar de una euforia muy española los volantes que Nicolas Ghesquiere ideó para su última colección con Balenciaga o lograr un acertado conjunto con falda o pantalón de cuero negro y blusa de recio encaje blanco como vemos en el modelo de Balmain de nuestra portada.