YO ¿NORMAL?
OPINIÓN, noviembre 2006

Hace una semanas estaba cenando con un grupo de amigos . Todos sentados alrededor de la mesa charlábamos animadamente cuando alguien, sin querer, me sugirió un nuevo tema para escribir. Habló de normalidad. Y entonces yo le dije ¿pero qué es “lo normal”? ¿Quién lo estipula?
Muchos adoptan las convenciones sociales como “lo normal”, otros se acogen a la rebeldía como su costumbre diaria, algunos se encierran en una ideología política como la única via posible para esa normalidad. Y somos muchos –por no decir todos- los que somos víctimas de una normalidad impuesta por las modas que incluso ignoramos. ¿Nunca te has preguntado por qué ahora el mini es el coche que más se lleva? Pues porque gusta ¿Y por qué gusta? Porque los grandes estrategas del comercio y la comunicación han conseguido poner de moda un coche que responde a los requisitos que exige el Tratado de Kioto, ese tratado que pretende combatir un clima de temperaturas alocadamente ascendentes por culpa de la emisión de gases nocivos. Reconozcamos que muchas hemos caído en esa fascinación repentina por los minis. Y lo mismo sucede con tantas otras cosas que la moda ha conseguido colar en nuestras vidas sin que nos demos cuenta, convirtiéndolo en lo más normal del mundo.Es evidente que la moda no va siempre por libre, sino que se somete a las necesidades sociales y evoluciona con ellas. Siguiendo con el mismo ejemplo, comprobamos que el mini se adapta a las necesidades de una mujer urbana, rápida, ocupada y con miles de gestiones pendientes. Un coche pequeño agilizará su dinámica diaria.
Pero sigo cuestionándome lo que es “lo normal” y he llegado a la conclusión que no existe la normalidad como concepto universal, pero sí como concepto específico porque cada uno establece su propia normalidad en primer lugar, de lo que vive en su familia desde su infancia. La familia, como primer agente de socialización, es también el primer factor que estipula la normalidad en la vida de una persona. A medida que vamos creciendo y sobre la base familiar, vamos dando forma a una normalidad que nos define y distingue como individuos. Irremediablemente la moda acompañará a todo este proceso estableciendo modelos y pautas que condicionarán nuestra forma de percibir el mundo.
No estoy de acuerdo con que la moda es el imperio de lo efímero. Soy de las que defienden la permanencia de muchas modas que se han convertido en costumbres e iconos de belleza y estilo que llegan a nuestros días como modelos indiscutibles. No hay más que comprobar la vuelta constante de modas pasadas que se posicionan como el must have de la temporada. Llevar un vestido sesentero es lo más fashion de este otoño. ¿Y la moda es caduca? No lo será tanto cuando tendencias del pasado vuelven a pisar con fuerza en el siglo XXl.
Lo ignoramos , pero hasta el más old-fashioned es fruto de modas que marcan la sociedad y la cultura a la que pertenece. La moda nos define. Moda es pasarela, caducidad y superficialidad; pero moda es también permanencia e IDENTIDAD. Y es precisamente esta identidad particular lo que establece la normalidad para cada uno.


YO ¿NORMAL?