LAS DOS CARAS DE LA MONEDA
OPINIÓN, Abril 2014
Tigist y Haimanot

El Mary Help College
Con frecuencia la moda es el centro de noticias que la relacionan con el nivel económico de los distintos países. No han faltado criticas al abuso de países occidentales para conseguir prendas a muy bajos precios demostrando que la tan cacareada responsabilidad social de las empresas o no se cumple o es insuficiente. Pero ahí están también las dos caras de la misma moneda. Si para algunas mujeres el textil y la confección ha sido un síntoma de esclavitud, en otras situaciones han sido una baza para conseguir algo tan importante como es su libertad y su independencia.
Cuando ocurrió la catástrofe de Bangladesh y se puso en evidencia las duras condiciones laborales de muchas mujeres, salieron a la luz situaciones que se viven en algunas zonas de la India. Mujeres muy jóvenes a quienes sus padres por un sueldo mísero mandaban a confeccionar ropa barata en las fábricas, contratadas por empresarios que se presentaban como salvadores del futuro…Pero en otros lugares del mundo se dan, por fortuna, situaciones que demuestran que la moda puede ser también un factor de cultura y libertad. Esta idea es la que preside el trabajo de un Centro de Formación Profesional en Zway (Etiopia), el “Mary Help College”, una academia fundada en el 2001 donde se imparten diversas materias y donde actualmente 66 chicas se preparan para ser diseñadoras de éxito.
Etiopia es un país de 80 millones de habitantes considerado uno de los más pobres del mundo, aunque da síntomas de un crecimiento económico considerable. En este contexto en la Escuela Mary Help, que se ha extendido ya a la capital Addis Abeba y a otras dos zonas del país, las estudiantes de moda de edades comprendidas entre los 18 y los 25 años aprenden a lo largo de 3 cursos a dibujar, hacer patrones, a confeccionar y a diseñar.
Este centro profesional recibe subvenciones de distintas ONG, entre otras de la española “África directo”, y sobre todo recibe el trabajo y la abnegación constante de las Hermanas Salesianas que dirigen el centro y se vuelcan para elevar la formación y el nivel cultural de los alumnas. Las matriculas son de 30 euros por curso y les abren las posibles puertas a una gran ilusión de su vida: trabajar en el sector de la moda y realizar un cambio estructural en sus vidas. Además del trabajo del día a día en el centro, las alumnas realizan dos veces al año desfiles en los que gestionan los trabajos de maquillaje, peluquería, etc. Tienen también su propia tienda Fashionet en la que se venden sus diseños.
¿Es que las alumnas del Mary Help sueñan con competir algún día con las pasarelas de París ó Milán? ¡Ojalá fuera así! Pero lo que ellas pretenden es algo más a corto plazo y que influirá positivamente en sus vidas como es la independencia y la libertad. Algunas alumnas del centro han conseguido ya sus primeros éxitos profesionales, como por ejemplo las gemelas Tigist y Haimanot que a sus 25 años y después de vivir en un ambiente de extrema pobreza durante toda su infancia, han conseguido realizar su sueño de diseñar joyas y venderlas en muchas partes del mundo. Todos los meses sus creaciones se exhiben en un mercadillo de Addis Abeba que es un punto de encuentro de comerciantes de dentro y fuera del país.
A la moda se la ha acusado mucho de elitista y de explotadora, por eso da alegría poder dar a conocer otras facetas como ésta de convertirse en una esperanza para muchas mujeres y situarse como un factor de crecimiento en los países más pobres del mundo.

Clase en el Mary Help

Alumnas del Mary Help

Desfile en el Mary Help
LAS DOS CARAS DE LA MONEDA

Taller en La India