OSCAR DE LA RENTA: SOFISTICADA PRIMAVERA
COLECCIONES, Mayo 2014

Como siempre, la presentación de la colección de primavera verano del genial Oscar de la Renta no dejó indiferente. Una de las colecciones con más glamour y elegancia del momento. Vestidos de día, cóctel y de noche ultrafavorecedores, de silueta lady que rememoran los finales de los 50, con tejidos y bordados de ensueño vaporosos, labrados y con mucha sofisticación. También una oda al color y al estampado floral, sin olvidar la elegante tendencia del blanco y negro.
De la línea en blanco y negro, De la Renta propone vestidos y conjuntos que pueden ser lucidos tanto para el día como para algún evento social por su gran elegancia y armonía. Fondos blancos en general con dibujos de flores en negro, realizados en guipur o crochet. Vestidos discretos a la rodilla, faldas tubo con blusas vaporosas de escote fruncido y grandes mangas al estilo mexicano, conjuntos de falda y chaqueta en lanilla con cuellos y puños de guipur. En contraste, grandes faldas acampanadas con flores en blanco y negro y cancán, estilo años 50, con cuerpos de lino bordado en blanco.Por otro lado, la secuencia en blanco de vestidos y conjuntos de faldas y blusas tenían un aire ibicenco aunque más ‘arreglado’: vestidos sueltos en varias capas de guipur y con bajo asimétrico, otros de línea evasé con falda plisada y cinturón, faldas casi al tobillo de tenue algodón bordado en ramilletes, bandas de encaje a tono y blusas a juego.
El apartado de los vestidos de cóctel utiliza tejidos nobles como la organza, el mikado de seda, el tul o la faya, enriquecidos con bordados y filigranas de flores superpuestas en encaje o con aplicaciones de plata. Tonos serios, como el azul tinta combinado con blanco o marfil.
Otra de las líneas en vestidos de fiesta da cabida a un gran colorido, sin olvidar las flores, en vestidos línea años 50, con cuerpos y cinturas marcadas y faldas campana al bies, que favorecen mucho la silueta femenina, tanto en vestidos cortos como de baile. Colores alegres, como aguamarina, coral, amarillo limón, pistacho, pero todo estampado y profusamente bordado con motivos florales y ramos: peonías, azaleas, rosas. Algunas de las propuestas añaden las lentejuelas, pero discretamente, y combinaban los lunares con las flores, estampado de gran presencia en la colección.
Para terminar, los grandes vestidos de noche o baile resaltan por sus tonos alegres como corresponden a la estación en la que estamos: celeste y aguamarina, naranja, rosa, amarillo… de bajos asimétricos y ligera cola, realizados en faya y organza y con bordados de perlitas y filigrana metalizada.
Muy aplaudidos fueron la serie de vaporosos y sofisticados vestidos negros de tul iluminados por topos blancos y salpicados de rosas rojas. Otra de las facetas que más ha destacado de la colección son los complementos: zapatos no demasiado altos tipo salón, sandalias y bailarinas bordadas.
También, una soberbia bisutería, con grandes collares formando flores, pendientes XXL, y barrocos broches de plata y cristal que realzaban escotes y hombros.



OSCAR DE LA RENTA: SOFISTICADA PRIMAVERA








