RALPH LAUREN: AVENTURA EN EL DESIERTO

Sonidos de címbalos y flautas, la arena del desierto, oro, el lujo exótico de una jaima, la aventura de las mil y una noches. Todo ello muy presente en una colección de primavera-verano, en la que Ralph Lauren ha vuelto su mirada a la milenaria cultura árabe, renovada con un toque vintage al estilo “Casablanca”.

Nada más lejano a ese mundo mágico que la pasarela de la urbana Nueva York. Pero así es la moda y Ralph Lauren ha apostado por prendas sueltas y suaves y efectos dorados por doquier. Los complementos de joyas de filigrana, el reinado del sombrero y el turbante morisco y las sandalias de pulsera, redondearon la colección.

Dos estilos definidos
En cuanto a estilos, en la colección de Ralph Lauren hemos podido apreciar dos líneas diferenciadas, con prendas muy ponibles ambas. Una, la que podríamos llamar occidental, con vestidos años 30, de línea evasé y trajes de dos piezas a lo borsalino; la otra línea es la más exótica, con reminiscencias del desierto y de oasis africanos. Dos tendencias que combinan perfectamente, con elementos aventureros sacados de los films de Indiana Jones, como los sombreros, los bolsos bandolera y tipo cantimplora, los cinturones dobles y las sandalias con pulsera peep toe.

Abundancia de satén
Los colores de la propuesta de Lauren abarca los tonos crudos, beiges, toda la gama de marrones, blancos, caquis y verdosos. Y muchas, muchas prendas doradas en blusas, pantalones, bolsos, foulards, turbantes, chaquetas, cinturones... El negro, para la noche, combinado también con toques dorados y bronce. Nada de estampados, en todo caso tejidos de malla metálica o de brocado.

Pantalones “aladino”
Las blusas y los pantalones fueron los verdaderos protagonistas. Blusas de lamé, satén o seda, brillantes y sueltas, camisas amplias con bolsillos y trabillas tipo safari. Las faldas, a la rodilla o justo por encima, de línea recta o evasé. Espectaculares pantalones muy anchos y sueltos, ajustados a la cadera con cinturones, con el tiro en la rodilla o bombachos al tobillo, tipo Aladino; pero también de pinzas, altos de cintura y de caída recta hasta el tobillo con vueltas. Las chaquetas, de lino y algodón, masculinizadas, entalladas y largas. Cazadoras doradas combinadas con shorts. Gorras, corbatas y lazadas. Vestidos hubo pocos y sólo para la noche, lisos en negro o blanco, realizados en ricos tejidos de brocado y gasas plisadas. Se vieron también algunos espectaculares diseños fourreau de lamé dorado.

En resumen, una colección variada, con prendas cómodas y perdurables, llenas de exotismo y perfectamente combinables entre sí. Uno de los valores de la propuesta de Ralph Lauren fue su estímulo para que recuperemos esas prendas “olvidadas” en el armario.