LOS ESTAMPADOS ARRASAN

La geometría, con sus rayas y sus dameros no ha podido con ellos. Los estampados arrasarán en primavera-verano con su carga de romanticismo, fantasía y color. Los hay para todos los gustos pero las flores ganan por goleada en todos los estilos y tamaños. Los diseñadores han elegido sus favoritos y algunos se han mostrado partidarios de las combinaciones arriesgadas. Los estampados no han faltado en las pasarelas de postin ni en las propuestas de la moda más comercial. Un verano sin estampados en el armario sería un poco soso y aburrido. Necesitamos su toque de alegría y de glamour.

Las flores son las numero uno. Desde las discretas liberty a las flores grandes y exóticas y de colores llamativos estilo oriental. Pueden adaptarse a los modelos más sencillos y a los vestidos más sofisticados y elegantes que se abren paso en las fiestas de mayo -bodas y primeras comuniones- donde no tienen que dominar solamente los tonos lisos.

Los estampados florales son los favoritos para los maxivestidos muy apropiados para el vestuario de verano y para las fiestas al aire libre en tejidos finos y de mucha caída. También los monos –uno de los must de la temporada-pueden ser estampados tanto en su versión para el día como para la noche dependiendo sobre todo de los complementos. La moda española se ha sumado a esta tendencia a través de los dibujos de flores grandes de aire oriental de Roberto Verino, las mezclas azules de Angel Schlesser, los vanguardistas modelos de Custo, y con los print de flores y pájaros de una de las firmas más destacadas en esta materia: los hermanos Ailanto.

El are tropical es uno de los favoritos. Los print hawaianos con hojas y palmeras, animales exóticos y mucho color, riman de maravilla con el verano. En el terreno de los estampados tropicales hay también una inspiración años 60. Se señala como una de las promotoras a la diseñadora Lilly Pulitzer, recientemente fallecida, que tenía un puesto de frutas en Palm Beach y comenzó a diseñar para disimular las manchas de zumos frutales que caían en sus vestidos. En ellos dominaban los tonos naranjas y amarillos. También los lunares, siempre presentes, pero en su versión sesentera nos remiten a los trajes que lucía Jacqueline Kennedy en sus vacaciones en Capri a principios de la década.

Oriente está muy presente en la colección de Etro con estampados japoneses pintados a mano con motivos de flores y aves del paraíso, ideales para los vestidos estilo kimono. Dolce y Gabana apuestan por los dibujos teatrales y mediterráneos inspirados en Sicilia, su tierra natal. Givenchy ha demostrado su maestría en los contrastes y Valentino su espíritu de elegancia refinada con estampados flores de tonos pálidos que combina con sutiles blusas blancas de gasa.

Todavía hay más, los estampados “porcelana China” blancos y azul Klein, presentados por Roberto Cavalli, han sido un motivo de “inspiración” de las grandes marcas comerciales. Isabel Marant ha dado un toque nuevo a la clásica combinación blanco y negro añadiéndole un toque de color rojo.